Martinica es algo más que decoración, algo más que muebles antiguos que nos hablan de historias, de cultura y del pasado… También es más que algo exótico y colonial.
Martinica es la suma de todo esto; es la esencia de viajar, de tener un espíritu explorador, inquieto y lleno de ganas de empaparse de la vida y de lo que esta nos ha de enseñar a cada uno de nosotros.
Es una forma de vivir, donde aprendemos a respetar y honrar trocitos de historias, de memorias lejanas y vidas pasadas a través de cada uno de nuestros muebles.
Cuando descubrimos una pieza, es emocionante porque no vemos solo un mueble, vemos su recorrido, de dónde viene, vemos la historia que hay detrás… Esa historia que le confiere una personalidad determinada, con un nombre específico que busca transmitir su enseñanza.
¿Y por qué son tan importantes las historias, el origen de cada una de nuestras piezas?
Porque traen una enseñanza consigo, una forma de ver la vida que nos acompaña en lo cotidiano…
Cada pieza es el símbolo de un aprendizaje, y con su presencia en nuestros hogares, buscamos cultivar y adquirir estas enseñanzas milenarias que poco a poco se van colando en nuestra cultura y en nuestras vidas para que cada vez, estemos un poquito más conectados con nosotros mismos, con nuestro propio camino de vida.
Martinica es encontrar tu propio camino, tus propias respuestas a través de recorrer el mundo. Es volver al hogar con la maleta llena de aprendizajes e historias.
